Navegantes
de una noche más
el calor de tu recuerdo,
brisa que trae la sal
de un lejano mar
donde aun por ti me pierdo.
Tú, marinero de paz,
navegando al compás
de tu nueva canción;
yo, pasajera y fugaz
melodía en tu voz;
tú, fugitivo en temor
de encontrar el adiós
en cada anochecer;
yo, cautiva del sabor
de la sal en tu piel.
Fuimos navegantes
buscando destinos tan distantes;
fuimos extranjeros
surcando las aguas de los cielos.
Presa de un vendaval
que sin preguntar
arrastra sin más
mi voluntad.
Restos que este mar
trae aquí o allá
a merced de aquellas olas.
Tú, marinero de paz,
navegando al compás
de tu nueva canción;
yo, pasajera y fugaz
melodía en tu voz;
tú, fugitivo en temor
de encontrar el adiós
en cada anochecer;
yo, cautiva del sabor
de la sal en tu piel.
Fuimos navegantes
buscando destinos tan distantes;
fuimos extranjeros
surcando las aguas de los cielos.
Tú, fugitivo en temor
de encontrar el adiós
en cada anochecer;
yo, cautiva del sabor
de la sal en tu piel.
Fuimos navegantes
buscando destinos tan distantes;
fuimos extranjeros
surcando las aguas de los cielos.