Enrolamiento
-¿Dónde queda la pieza del enrole
?
-P´allá, muchacho.
Y el Yarará rumbeó pa´ la oficina
después que maneó el zaino.
-¿Nombre
?
No tengo don; allá en las islas
´taba perdido y me agarraron guacho;
póngame Yarará, como me dice
la gente de mi pago.
-¿Leés y escribis?
-No se
yo por lo menos,
a la escuelita blanca la conozco de paso;
y después que si aprendo, cuando firme
firmaré Yarará, Nadies o Guacho.
Bueno, decime entonces más o menos
cuándo cumplís los años.
Y
ha de ser hoy, porque el patrón me dijo:
Hoy tenés que enrolarte, muchacho.
El jefe, un tape negro, gordo y fiero ya se estaba entibiando.
Al rumbo le arreglaron la libreta,
otro voto de ley pa´l candidato;
y cuando entraron a ensuciar los dedos,
pa´ que firmara a yema el ciudadano,
solamente dos huesos se ofrecían
de los cinco que fueran en la mano.
Me los comieron don, las palometas
por salvar al patrón en un remanso.
Y ante todas las lágrimas reunidas
por la tristeza ´el cuadro,
reventó un ¡ta mamao, métanlo preso
pa´ que venga mañana con los datos!