Un polico de naranja
cántame por soleares,
déjate de ,
mira que ando yo
con una pena grande.
De madrugada
me despertó un mirlo negro
abriéndome el corazón,
donde me dejó
la semilla de los sueños.
Ay tran tran tari tran tran
tariro titrairo
tran trairo tariro trairo.
Yo he visto crecer las flores
en la crin de los caballos
y mirlos y gorriones
en los ojos de los gatos.
Todo está en los corazones,
solamente hay que buscarlo.
En Plaza Nueva
cada tarde te esperaba
en un escalón,
comiéndome al sol
un polico de naranja.
Chiquilla,
con qué te pintas la boca
que los besos que me das
me saben igual
que a membrillos y acerolas.
Ay tran tran tari tran tran
tariro titrairo
tran trairo tariro trairo.
Todo está unido entre sí
como el trigo a la amapola,
como tus ojos a mis ojos,
como tu boca a mi boca.
De una alondra hasta un jazmín
que todo el amor lo borda.
Volando viene,
volando vuela,
y se entretiene
contando estrellas.
Autor(es): Carlos Cano