Caballero


Con un gruñido cada mañana
despertaba usted a su amada
y respondía ella con tristeza
ante su falta de delicadeza
con una taza de café.

Y se quedaba sola y vacía
esperando al hombre que conocía
del que le hablaba a sus hermanas
con la sonrisa de una enamorada
y la inocencia de los 16.

Y se creía usted un caballero
y se creía usted el rey del mundo
pero como puede haber alguien tan ciego
para dejar pasar un amor así.

Y entiéndame si no le pido a usted perdón
pues le aseguro que no era mi intención
encontrar el amor aquel atardecer
cuando me acerqué extrañado a una mujer
que no dejaba de llorar.

Y se creía usted un caballero
y se creía usted el rey del mundo
pero como puede haber alguien tan ciego
para dejar pasar un amor así.

Y le aconsejo yo por mi experiencia
que vaya usted tomando buena cuenta
pues va a tener que hallar nuevas recetas
antes de poder hacer las maletas
y volver a caminar.

(Y se creía usted un caballero)
(y se creía usted el rey del mundo)
pero como puede haber alguien tan ciego
para dejar pasar un amor así.