Tú que puedes, vuélvete
Soñé que el río me hablaba
con voz de nieve cumbreña
y triste me recordaba
las cosas de mi querencia.
Qué cosa más parecida
son tu destino y el mío:
andar cantando y cantando
por esos largos caminos.
Tú que puedes, vuélvete,
me dijo el río llorando,
los cerros que tanto quieres, me dijo,
allá te están esperando.
Que cosa triste ser río,
quién pudiera ser laguna
y oír el silbo en el junco
cuando lo besa la luna.
Se fue Atahualpa en silencio,
igual que se van los ríos
cuando se hunden por los mares
como tu olvido y el mío.
Autor(es): José Antonio Labordeta