Para quererte
eres el sol que nace cada día.
Iluminando mi mar de emociones,
que se desbordan cuando me acaricias.
Porque la paz de tu dulce mirada,
le da a mi vida la armonía plena.
Tu risa fresca, canto de alegría,
es la más pura y bella poesía.
Cariño quiero tener toda la vida
tus labios, dulce miel para beber.
Cuando recorro tu piel húmeda y tibia,
siento la libertad para volar.
Solo contigo encontré un rumbo cierto,
lo que siempre busqué y que soñé.
Cariño quiero tener toda la vida
tus labios, dulce miel para beber.
Solo contigo encontré un rumbo cierto,
lo que siempre busqué y que soñé.
Autor(es): Carlos Elgueta, Roberto Márquez