Ay, mama…
si tú me vieras…!
¡Estoy perdido en Brasil
entre cimbreantes palmeras!
Palmeras de talle largo
–palmas mulatas–
endulzan mi paso amargo
y alegran mis caminatas.
¡Ay, mama,
si tú me vieras…!
Me muero al verlas venir,
me mata verlas pasar.
No sé si debo reír
o llorar.
¡Ay, mama…!
A la sombra de una palma
quise librarme del sol,
quise librarme del sol
y me estoy quemando el alma…
Estoy perdido en Brasil
entre cimbreantes palmeras.
¡Ay, mama,
si tú me vieras,
si tú me vieras…!
¡Ay, mama!
Autor(es): Nicomedes Santa Cruz