Soldado amigo
Al soldado desconocido
recién lo estoy conociendo,
no por ser lo que haya sido
sino por lo que va haciendo
Pueblo y soldado van siendo
juntos lo que nunca han sido,
y así es que voy conociendo
al soldado desconocido.
Sin mi chullo y tu kepís
sin mi poncho y tu guerrera,
paisano, ¿qué somos?
¡Catay! ¿Por dentro y por fuera…?
Madera de un mismo leño.
Agua de la misma mar.
Despertar de un mismo sueño.
Pueblo que comienza a andar.
Vamos, soldado conocido,
soldado amigo y hermano:
yo contigo, tú conmigo
y hasta la vuelta, paisano…
El agua la manda el cielo,
la tierra la puso Dios.
Viene el blanco y me la quita,
¡la p...ita que se partió!
Autor(es): Nicomedes Santa Cruz