Ha de llegar mi dueño


Ha de llegar mi dueño por la vereda,
vereda que le tiende mi corazón.
La que trae la brisa de la montaña,
ha de llegar mi dueño a mi corazón.

Ha de mirar de lejos sus blancos brazos,
verde de mi esperanza y oro de sol.
Brazos que a la distancia buscan su paso,
ha de llegar mi dueño a mi corazón.

Le tenderé mis manos en dulce anhelo,
le prestaré mis fuerzas para llegar.
Le daré de mis sueños mientras yo velo
y le daré en mis labios agüita para su sed.


Autor(es): Chabuca Granda