Libertador


Libertador, que en el Ande
aún tu caballo resuena,
que viniste y te volviste
henchido de tanta gloria.
Aquel sello que dejaste
con más de un siglo se afianza,
y aquel sello de tu huella, ay,
fue el comienzo de un contraste
entre el plácido existir
y la enardecida fuente
de libertad de vivir.

Se acabó con la colonia,
más renacieron las vidas
de mis pueblos que supieron
de la conquista infinita.
Más si eres libertador
por qué haces que me someta.
Si me quitaste cadenas, ay,
por qué el corazón sujetas.
Libertador por herencia,
conquistador por contraste.

Hoy de acero es tu caballo
y tu palabra de seda,
ya tu paso por los Andes
se siente desde muy alto.
Todo el asombro de un siglo
te contempla y se agiganta
y es mío un sueño de ensueños, ay,
más sólo es sueño que sueña
un libertador por dueño
y en ese sueño se cifra
una ilusión que es empeño.

Si el Perú te abrió los brazos
y te rindió sus banderas,
yo descubrí el corazón
y aquel combate persiste,
descubriendo el corazón
muestra una herida muy honda
que junto a ti cicatriza, ay,
y con tu ausencia se ahonda.


Autor(es): Chabuca Granda