Mi nave cautiva


Y ya mire con mis ojos, Chile, tu tierra hechicera
que el mar la baña goloso, celando a la cordillera
con mis oídos alertas, busque y oí por tus brisas
la recia voz de los huasos en sus cantos y en sus risas.

¡Ay! Te miraron mis ojos., mis ojos !Ay! te miraron
y mis oídos te oyeron !Ay! te oyeron mis oídos;
allí me quede cautiva, cautiva como mi nave,
como mi nave cautiva, mi nave, nave de pena.

El rojo de tus copihues y el manto de tus montañas
y el azul de tus lagos, la estrella de la mañana,
se las entregas al viento para que éste se enamore
y los ondule sonriendo desde el mar a la montaña.

Mi mano puesta en la mano chilena que me conduce,
y soy peruana que busca y soy peruana que encuentra
el grato saludo amigo de una tonada hechicera
y un tibio rincón hermano al pie de una cordillera.


Autor(es): Chabuca Granda