Primavera de Praga


De antiguos fastos la plaza vestida,
muda, estrenaba su trágica vida.
Todos los días la noche llegaba,
frases sabidas en los muros de Praga,

pero de pronto, en la plaza sin vida,
lanzó un grito breve la masa perdida
cuando la llama violenta y atroz
destrozó gritando un rastro de voz.

Son como buitres los tanques parados,
corren palabras en rostros rosados,
corre el dolor que incendia la llaga,
gritos de miedo en los muros de Praga.

Cuando en la plaza de pronto sin vida,
sudaba sangre la gente herida,
cuando la llama con su humo negro
dejó la tierra y se alzó hacia el cielo.

Todos tenían manchada la mano
y aquel humo negro se hizo lejano.
Jan Hus de nuevo en la pira quemaba
en el horizonte del cielo de Praga.

Dime quién son esos hombres silentes,
el puño cerrado y el odio en los dientes,
dime quién son esos hombres cansados.
Qué tristes bajan los ojos airados,

dime quién era que el cuerpo portaba
la ciudad entera que lo acompañaba,
la ciudad entera que muda lanzaba
una esperanza al cielo de Praga.

Dime quién era que el cuerpo portaba
la ciudad entera que lo acompañaba,
la ciudad entera que muda lanzaba
una esperanza al cielo de Praga,
una esperanza al cielo de Praga,
una esperanza al cielo de Praga.


Autor(es): Francesco Guccini