Tú no te escapes


En un barquito de oro voy a llevarte
por el río arriba para cantarte.
Y que al oler las flores de la ribera
te acuerdes de mi cuerpo sin que lo veas.

Tú no te escapes,
arena del desierto,
tú no te escapes,
eres oro en mis dedos,
joya de nadie.


Como a un templo yo quiero desbaratarte,
coger piedra por piedra y trasplantarte,
y levantarnos juntos en una isla
en donde el viento beba de tu marisma.

Contigo de la mano por la bahía
y este cuerno de oro del mediodía,
quisiera ser gaviota para mirarte,
sacarte de tus redes y pellizcarte.

Como un morito voy a camelarte,
y dentro de mi tienda voy a enseñarte
y cuando tú preguntes cuánto me debes,
ya te has dado cuenta de que me quieres.


Autor(es): Isabel Quiñones "Martirio", Raúl Rodríguez