Ángel


Te recuerdo postrada en la cama, mi mirada infantil desviada,
te veía, no concebía el drama,
Parálisis cerebral y ¿cómo entender tu suerte?
¿cómo entender que otros niños se asustaran al verte?
Entre sábanas blancas tu piel confundida en ellas,
te giras, después me miras y sonríes con bella virtud,
Doncella enferma que destella gratitud por cada poro,
hermana mayor, mi fiel tesoro.
Un ángel a quien dios nombró,
si lo que en vida merma da la gracia eterna,
ella la ganó con creces.
Futuro puro que el destino arrebató (yo),
no puedo evitar llorar al recordarte a veces,
Si en mis sueños apareces me proteges del frío,
si me ves entre el gentío sientes mi vacío y hablas.
Palabras de esperanza que solo tu danza irradia,
no puedo evitar llorar, dejar brotar mi rabia.
Ni perdonar al azar, su fragilidad inflingida,
que un capricho de la vida te dejara herida.
Te fuiste a los dieciseis, suena dramático,
pero el tiempo pasa tan rápido que hasta el dolor se olvida.
Maldigo a quien te negó el regalo de sentir el sol,
de ver amanecer, de conocer a tu primer amor.
Maldigo a esta existencia endeble, que nos envuelve en fiebres,
de un terror que hierve porque pierde lo que ama.
Pero tu llama, hermana, un derramacera en mi recuerdo,
y en este corazón latiendo te conservo,
porque eres mi ángel.


(ESTRIBILLO)
Ángel, tu recuerdo es mi oración.
Ángel, vives en mi corazón.
Ángel, mi ángel, mi ángel.
Quiero dedicarte esta canción.

Somos hijos de un dios menor,
remendamos cada error, dibujando en nuestras mentes un mundo mejor.
Y no es sencillo, sacarle brillo a la conciencia,
cuando la experiencia echa el pestillo al corazón y mata.
Si la inocencia escapa por el mal que se desata dentro,
y los vientos de tormento quitan el aliento.
Cuando miro alrededor y no te encuentro,
siento que algo de mi también partió en aquel momento.
De tu adiós precoz, tu cuerpo frágil se derretía veloz,
no te defendía del ataque atroz,
Del tiempo que te consumía, y en mi melancolía fría,
hoy le cuento al mundo que exististe un día.
Que se te quería tanto como el ángel que tu fuiste,
y te canto porque sé que oyes este canto triste.
Y me resguardas del peligro, que me ves coger un micro,
y estas orgullosa, quiero contarte tantas cosas.
Pero me ahogo de tanto pensar, como sería la vida sin aquel mazazo,
poder charlar, sentir tu abrazo y tu perfume.
Ver los lazos que nos unen a la eternidad,
pero ¿quien es inmune a la inclemencia de esta realidad
y asume su tortura sin quejidos?
Dime, ¿quién no ha sufrido la falta de un ser querido?,
que se va sin haber vivido, sin hallar sentido.
Hermana mía, tu recuerdo sigue vivo.


(ESTRIBILLO)
Ángel, tu recuerdo es mi oración.
Ángel, vives en mi corazón.
Ángel, mi ángel, mi ángel.
Quiero dedicarte esta canción.