La vida en gris
mi sangre me susurró: "Este ya no es un mosquetero".
Al dar la contraseña, tu sombra me dejó solo,
diciéndome a mí mismo:... "uno para todos".
No hubo una aventura que no nos tuviera en cuenta,
no hubo una cintura que no compartiéramos a medias.
Abonados al sufragio de causas perdidas.
Veíamos la entrada sin ver la salida.
Todo es gris, un desconsolado camino gris.
Mis manos son grises, mis pasos son grises,
Todo lo que toco se me vuelve gris.
Sólo gris, de día y de noche, gris.
Mis sueños son grises, mis lágrimas grises
y a mi corazón le falta color, sin ti.
Tú te buscaste otra orden sin reglas ni ataduras.
Yo desde entonces no quiero batallitas ni en pintura.
A veces para dormirme, dibujo la historia
y me escapo contigo y revivo la gloria.
Autor(es): Antonio Martínez Ares