40 quilates
cuarenta septiembres celosos de octubres vestidos de abril,
cuarenta veranos, cuarenta maneras de hacerte sufrir,
si te miro y sonrío o me muerdo los labios, te ahorras París…
Llegué de la luna después del eclipse color carmesí,
bajé en una pluma, en una estela de espuma en creciente, eso sí.
Amé en el diluvio, amé en el desierto, me llaman festín;
me llaman de Roma, si salgo en cuaresma, gastando carmín…
Cuarenta los grados de fiebre si pasas cerquita de mí,
cuarenta gemidos, cuarenta minutos… te quieres morir.
Cuarenta quilates, cuarenta verdades, cuarenta caminos,
cuarenta segundos pa’ hacer que tu mundo dependa de mí.
Cuarenta cabriolas astrales, cuarenta tsunamis de vida,
cuarenta razones de peso, cuarenta "bigbanes" de amor,
cuarenta telones, cuarenta renglones torcidos de Dios
y el resto es parodia, subida en la noria, que yo hice canción.
Autor(es): Fernando Arduán