Calamidad


Entregado a celos por temor
de que el tiempo gane la intención
que te obliga a olvidar.
Tarareo tatuaje al notar
malos genios que me hacen hundir
en el pecho golpes de voz.
Busca un bosque espeso, ocúltate,
que piensen que has muerto y déjales
que se tiren del pelo entre sí.
Y en mis manos he podido ver
cuando estaba a punto de llorar,
abrasando, juegos de amor.

No sabes calamidad
el precio que hay que pagar.
No tienes calamidad
artimañas para escapar.

Sé que es muy difícil entender
que el que calla otorga y no al revés,
pues lo fácil es no callar.
Dame suerte, falta me ha de hacer,
que los días tristes llegarán
y con ellos la soledad.
No es a tí, es a mí
a quien buscan por sobrevivir
a las garras del león.
Basta ya de fingir,
no vale la pena enloquecer
porque el tiempo quita y da la razón.