Tres Minutos Con Mi Madre
Sentado en mi celda aquí en San Quintín,
Yo quiero explicarle, porque fui un mal hijo,
Y toda la vida, yo te hice sufrir,
Maldita pobreza, tú me debes una,
Siempre se escogiste donde yo iba a vivir,
A lo peor del barrio, ahí me aventabas,
Porque te gustaba, mirarme sufrir…
Tuve que ser gallo, perdóname madre,
Nunca fui un cobarde, y te consta a ti,
Tuve que amarrarme, con gallos muy bravos,
Y entre la batalla, ya no piense en ti,
Cárcel del condado, también te conozco,
Yo desde muchacho, no salía de ahí,
Y en aquella sala, entre tanta visita,
Mi padre y mi madre, lloraron por mí.
(Música)
De un dicho a un hecho, pasaron los años,
Y ahora por un pleito, me tienen aquí,
Yo grite en la corte, y le dije al jurado,
Si no lo mataba el, me mataba a mí,
Últimas palabras, dijo el carcelero,
Y con sentimiento, nos dijo Joaquín,
Reporten mi cuerpo, a mi rancho querido,
Que desde muy chico, no salía de ahí…
Y si hay otra vida, diosito querido,
Déjeme mi rancho, pa’ ser muy feliz,
Prefiero ser pobre, y no arrancar pal norte,
Y aunque entre las celdas, volverme a podrir.