El eco cruzó los ríos
Un brillo intermitente
que acongoja mis pupilas
que no pueden ser así más.
Y entre tantas luces blanquecinas
aparece tu poesía
para dejarme flotando, ciega.
Y quedo deambulando
con un pie en el limbo
y otro en tu vereda
que no sé ni dónde queda.
Me subo a tu luciérnaga indecisa
que se apaga con el miedo
pero que apagada brilla igual.
Me trepo a tu poesía
y te camino por arriba de los besos
que capaz que me llevan a tu ciudad.
Mostrame todo, no me quiero perder nada
si vas a dormir te paseo por la espalda.
Dejame todo cerca, me quiero perder en tu cara,
entre ceja y ceja y al revés.
Se oye el eco desde acá
suenan tus canciones largas
que atraviesan los dos ríos hasta llegar.
No me vengas a buscar
ya estoy en camino,
a lo mejor nos encontramos en la mitad.
Me subo a tu luciérnaga indecisa
que se apaga con el miedo
pero que apagada brilla igual.
Me trepo a tu poesía
y te camino por arriba de los besos
que capaz que me llevan a tu ciudad.