Morir Amándote
azul y gris,
un catorce de junio
yo te conocí.
Eternas las horas
para verte otra vez
aguardando impaciente
un nuevo atardecer.
Poco a poco mi amor
fue creciendo por ti
y ahora creo que sin ti
no podría vivir.
La razón de mi vida,
mi alma y mi ser:
tus ojos, tus manos
y el roce de tu piel.
Y aunque la distancia
me separe de ti,
mi corazón y mi alma
siempre seguirán aquí.
Y si es amor lo que
siento por ti,
amándote yo
quisiera morir.
Pido a Dios que sin ti
no me deje vivir.