El grito de fuego


Hoy les pica el orgullo, les molesta mi ilusión
Se calzan la sotanas de verdugos y despotrican como adicción.

Se creen los dueños de mi sueño y boicotean mi motor
Se jactan de ser barrio temerario y son la vergüenza del show.

Para dispararme están al día, se mofan de nuestra alegría
Son de antaño, son soberbia, son rencor.

Nosotros somos la piedra en el zapato, de los que promueven mi fracaso
Una pesadilla en su salón.

Somos lo que nunca esperaban, que su oreja mojaran
Y quemaramos de a poco su altar.

Van ocultos en su culto
Son la mie*** de sillón
Enarbolando un discurso incompetente y sin valor.

Apañados por un puñado de rencorosos sin corazón
La misma mie*** y sus tres acordes que en SADAIC cobran sin pudor.