Despertar
nada tiene de real.
Sobredosis informativa,
sólo nos distrae.
Reinan el odio y la envidia,
una gran prisión mental.
Nuestras vidas son dirigidas
y así se irán.
Un ojo enfermo y voraz vigila
cómo se nos va a educar,
qué noticias son transmitidas
y cuáles ocultar.
Una vieja lección de vida
aplicada con frialdad.
Si la gente está dividida
la dominarán.
Libertad encadenada.
Dignidad indigna.
Libertad mancillada.
Despertar de la ficción.