Para rezar en la noche
Soy pobre. No tengo nada.
Sólo un corazón templado,
Y una pasión: la guitarra.
Para rezar en la noche,
La guitarra.
Para un recuerdo querido,
La guitarra.
Para la patria lejana,
La guitarra.
Para quemarme por dentro,
La guitarra.
Junté puñados de arena
En mis manos bien cerradas.
Con el amor fue igual:
Abrí las manos y... ¡nada!
¡Ay, el destino del hombre!
¡Ay, mí sagrada esperanza!
¡Adónde la paz, amigos,
La paz para mi guitarra!
Autor(es): Atahualpa Yupanqui, Raúl Maldonado