Agustín, el de las rosas
Llevaba flores frescas y un terrón de terciopelo en su mirada
y una copla del alba y la rosa que le gusta a una mujer
Tenía la tibieza del otoño en su sonrisa y en sus labios la caricia
del poeta que en las flores ve el amor
Era el dueño de la calle de las ocho hasta las nueve
su ternura era añeja como el vino que se bebe
Pero tierno como el niño que seguro nunca fue
porque entonces fue un pimpollo del trabajo y del trajín
Agustín el de las rosas Agustín el del clavel
Agustín el del perfume que le gusta que le gusta a una mujer
Agustín el de las rosas Agustín el del clavel
Agustín el del perfume que le gusta que le gusta a una mujer
Era el dueño de la calle de las ocho hasta las nueve
su ternura era añeja como el vino que se bebe
Pero tierno como el niño que seguro nunca fue
porque entonces fue un pimpollo del trabajo y del trajín
Agustín el de las rosas Agustín el del clavel
Agustín el del perfume que le gusta que le gusta a una mujer
Agustín el de las rosas Agustín el del clavel
Agustín el del perfume que le gusta que le gusta a una mujer
Agustín el de las rosas Agustín el del clavel
Agustín el del perfume que le gusta que le gusta a una mujer
Agustín el de las rosas Agustín el del clavel
Agustín el del perfume que le gusta que le gusta a una mujer.