Quiero
tu mirada me ilumina,
beber de tus labios rojos,
fuente de agua divina.
Morirme quiero en tus brazos
siempre que elegir pudiera
y aunque tuviera cien vidas
cien veces te lo dijera.
Eres la cárcel más bonita
para el peor de los presos
y aunque me abras la puerta
me quedaré siempre dentro.
Yo quiero ser como el aire
que rodea siempre tu cuerpo,
la voz que inunda el silencio
que ahora llenas con tu aliento.
Y ahora que sé que duermes
quisiera velar tu sueño
y que sueñes lo que sueñes
nunca jamás tengas miedo.