Hay una ciudad muy lejos [o Verso por ponderación]


Hay una ciudad muy lejos,
p'allá los pobres se van,
las murallas son de pan
y los pilares 'e queso.
Llevado de este protexto
la ciudad tiene ese honor
y por el mesmito un don
que el poder le origina:
las tejas 'e sopaipillas
y los lairillos alfajor.

La ciudad de Cofralande
es regüena pa' los pobres.
Allí no se gasta un cobre,
los comercios son de balde.
Es cosa muy almirable,
los vivientes bien lo dicen,
por hambre naide se aflige
ninque la queran pasar,
y pa'l que quiera fumar
hay cigarros de tabique.

Hay un estero de vino
que atraviesa la ciudad,
y son de harina tostá'
los arenales que vimos.
Los que pasan por camino
dicen "aquí está lo güeno",
y se atracan sin recelo
del poder que los alima.
Agarran vino y harina,
se ponen a hacer pigüelo.

Río de aguardiente habrá
porque allí no habitan truchas,
hay un morrito de azúcar
'onde pegan la topá'
y más abajito habrá
ponche bien alcanfora'o,
de azúcar bien sazona'o.
To'o este licor se junta
'onde se clavan de punta
to'os los aficiona'os.


Primera versión de Violeta Parra, editada en el EP DSOD/E-50059.

Isabel y Ángel Parra en La Peña de los Parra, vol. II usan este texto con la melodía de "Dios se se entregó a padecer", junto a otra, emparentada con la que canta Violeta. Con respecto al texto, se saltan la primera décima, incluyen la última, aquí señalada con paréntesis, y añaden una cuarteta de despedida basada en la primera décima: "Aquí va la despedía / y la ciudad tiene ese honor: / las tejas 'e sopaipillas / y los lairillos alfajor".


Autor(es): Popular chilena