Amada
Amada, en esta noche tú te has crucificado
entre los dos maderos curvados de mi beso.
Y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado
y que hay un Viernes Santo más dulce que ese beso.
Amada, en esta noche tú te has crucificado.
Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos,
y ya no habrán reproches en tus ojos benditos
ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
dormiremos los dos como dos hermanitos.
Autor(es): César Vallejo, Paco Ibáñez