Leopoldo Ríos
Leopoldo siempre portó el arma que tanto quiso
Una pistola plateada con cachas de oro macizo
Para que se la quitaran matarlo iba a ser preciso
Le dijo Ruiz al teniente escuche lo que le digo
Si no me trae los billetes el arma queda conmigo
Leopoldo le contesto yo no mantengo bandidos
Nadie me llama bandido que viva para contarlo
Solo por verme ofendido muy caro habrá de pagarlo
Empiece a rezar si sabe que ahorita voy a matarlo
Teniente no soy cobarde pero tampoco asesino
Su buen revolver descargue y déjele un solo tiro
Vamos los dos a jalarle y que decida el destino
Dejaron solo una bala girando en ese tambor
Leopoldo pidiendo el arma a la frente se apuntó
Cuando nadie lo esperaba le dio tranquilo el jalón
Ya estaba echada la suerte la gente se estremeció
Leopoldo dijo sonriente en esta no me toco
Haga lo mismo teniente si es tan hombre como yo
Ahorita voy a probarte que soy bragado también
El teniente decidido se puso el arma en la sien
Se oyó tremendo estallido la muerte cargo con él
La gente se amontonaba viendo al teniente en el piso
Mientras Leopoldo guardaba el arma del entredicho
Una pistola plateada con cachas de oro macizo
Autor(es): Martín Urieta