Mar de fondo


Siempre imaginé que navegaba en un barco afortunado.
Nunca me sentía preocupado del estado de la mar.
Pero al darme cuenta de que entraba en un puerto equivocado
quise maniobrar con mar picado y acabé por naufragar.

¿Dónde vas,
corazón?
¿A buscar otros mares, quizás,
de emoción?

Me ha costado muy caro el error de no saber estar alerta,
y ahora me parece imposible que yo vuelva a navegar.
Yo que ayer solía respirar tranquilamente en la cubierta,
hoy me siento ahogado, sumergido en una triste soledad.

¿Dónde vas,
corazón?
¿A buscar otros mares, quizás,
de emoción?

¿Cómo estás?
¿Sin timón?
Si aún te oigo latir,
existe una salvación.

He pagado con el llanto
por tus mágicos encantos.
He pagado con la vida
tu sonrisa de perdida.
He ganado sufrimiento
con tus lágrimas al viento.
He perdido la memoria
por un poquito de gloria
de tus besos anhelantes,
de mis labios suplicantes,
de entender todas tus cosas,
de pincharme con tus rosas,
de buscar la vida eterna
atrapado entre tus piernas,
de pasar la noche en vela
estudiando en la escuela
de tus ojos, de tu pelo,
de tu boca, de tu piel.

¿Dónde vas,
corazón?
¿A buscar otros mares, quizás,
de emoción?

¿Cómo estás?
¿Sin timón?
Si aún te oigo latir,
existe una salvación.

Corazón...