La uñera


Atardeceres del este
–nochecitas de mis pagos–,
¡cuántas cosas van al alma
tan suavecitas dentrando!

El río viene de lejos
con agua y canto bajando,
y cuando llega a mis pagos
se queda remolineando.

En la noche olimareña,
silencio y campo,
como una voz del camino
se levantará mi canto.


Desde las sierras azules
viene el Yerbal apurando
y en la Picada de Arocha
queda entre sauces soñando.

Arroyo, río y lagunas,
monte, sierra, tierra y llano,
y como un verde esperar,
los arrozales lejanos.


Autor(es): Rubén Lena, Oribe Mariño