Pasaje del olvido
yo no podré olvidar, amor querido.
Por qué acallar la voz de aquellos besos,
por qué secar la flor de la enramada,
por qué quitar dulzor a los cerezos
y no brillar el sol en tu mirada.
Vuelve mi corazón por los caminos
donde están los bucares encendidos.
Y volverás a oír cuando me besas
y florecer el lirio en la sabana,
y encontrarás sabor en las cerezas
y mirarás la luz de la mañana.
Autor(es): Simón Díaz