Pero en la sequedad arraiga el pino


Pero en la sequedad arraiga el pino
crecido desde ella hacia el libre viento
que ordeno y digo con unas pocas letras
de una breve y eterna y muy noble palabra:
me alzo cual viejo tronco sobre la vieja mar,
sombreo y guardo el paso de mi senda,
reposa en mí la luz y calmo ya la noche,
torno la dura voz en desnudo peñasco del canto.


Autor(es): Salvador Espriu, Raimon