Arde la tarde


arde el agua que esconden las lágrimas
arde la tarde
arden miradas en la luz que se calla
arde la tarde
arde el silencio sin cansancio del viento
arde la tarde
arde la piel que no ignora la sed
arde la tarde
arde el instante sobre el mar de levante
arde la tarde
arden luceros en los limonares ciegos
arde la tarde
arde el sonido de los campos de trigo
arde la tarde
arden los nudos en los cuerpos desnudos
arde la tarde
arde el calor que encuentra el buen amor
arde la tarde


Autor(es): Pablo Guerrero, Javier Álvarez