Tercera oda a Walt Whitman
Mi muy estimado Walt:
Te escribo desde el casco de esta vieja ciudad abatida.
Decí, ¿con qué derecho y con qué justicia
nos hacen tan detestables guerras?
¿Con qué derecho y con qué justicia
hundieron cinco siglos de cruel y horrible servidumbre?
Ah, ¡oímos la canción que hinchaba músculos!
Subí la loma, hoy vi bajé.
Me echan los perros de Casa Andrés.
Sísifo, ¡qué castigo!
La isla y sus braseros sostuvieron tu piedra.
¡No llores!
Autor(es): Ramón Francisco, Víctor Víctor