El arriero


En las arenas bailan los remolinos;
el sol juega en el brillo del pedregal
y prendido a la magia de los caminos,
el arriero va; el arriero va.

Es bandera de niebla su poncho al viento;
lo saludan las flautas del pajonal
y guapeando en las sendas por esos cerros,
el arriero va, el arriero va.

Las penas y las vaquitas
se van por la misma senda.
Las penas son de nosotros;
las vaquitas son ajenas.

Un degüello de soles muestra la tarde;
se han dormido las luces del pedregal
y animando a la tropa, dale que dale,
el arriero va; el arriero va.

Amalhaya la noche traiga recuerdos,
que hagan menos pesada la soledad.
Como sombra en la sombra, por esos cerros,
el arriero va, el arriero va.

Las penas y las vaquitas
se van por la misma senda.
Las penas son de nosotros;
las vaquitas son ajenas.

Y prendido a la magia de los caminos,
el arriero va, el arriero va.


Autor(es): Atahualpa Yupanqui