El encuentro


Rumbeando para Jáchal
montado en burro talón y talón
yo me encontr una dama
solita su alma por el cañadón.

Ahi nomás a la sombra
de la jarilla en el arenal
se aparecio rechoncha
como una reina de aquel jarillal.

El que la dejo solita
de mi no se ha de quejar
no desprecio al que me invita
y a las damas s tratar.
Soy de Jáchal pa' más señita
bien livianita conmigo ha de andar.

Le acaricio su cuello
su lindo cuello temblando también
y en un envión sediento
mirando al cielo su boca besé.

Le dire que la dama
de aquel encuentro por el cañadón
era una damajuana
con diez litritos de buen semillón.

Cuando voy y cuando vuelvo
desde Jáchal a San Juan
con mi burro me entretengo
siempre con el mismo afán
de encontrar un tonel bien lleno
de vino bueno del viejo San Juan.