La tempranera


Eras
la tempranera,
niña primera, amanecida flor.
Suave
rosa galana,
la más bonita tucumana.
Negros
ojos sinceros,
paloma tibia de Monteros.

Al bailar esta zamba fue
que rendido, te amé.
Eras ...
mi tempranera,
de mis arrestos, prisonera.
Mía
ya te sabía,
cuando por fín te coroné.

Era
la primavera,
la pregonera del intenso amor.
Lloro amargamente,
aquel romance adolescente.

Dura
tristeza oscura,
frágil amor que no supe retener.
Oye
paloma mía,
esta tristísima elegía.


Autor(es): León Benarós, Carlos Guastavino