La tropilla


La tropilla que monto
de reservados,
de reservados,
es de un pelo y tordilla
como mis años,
como mis años,
y la yegua madrina
más renegrida,
más renegrida,
que las penas que mi alma
lleva escondidas.

Las espuelas que yo uso
pa' mi rodeo,
pa' mi rodeo,
malambiando relucen
mi zapateo,
mi zapateo.
Sus rodajas ya no hincan,
porque yo pienso,
porque yo pienso
que es cobarde quien hiere
los indefensos.

Y los bastos que pongo
de cabecera,
de cabecera,
cavilando me tienen
la noche entera,
la noche entera,
hasta que me sorprende
la madrugada,
la madrugada,
abrazando a quien llamo
"mi pior es nada".

A mi rancho le falta,
y esto no es broma,
y esto no es broma,
una china que sea
muy querendona,
muy querendona,
porque es triste vivir
como quien dice,
como quien dice,
sin tener una china
que lo acaricie.


Autor(es): Santiago Rocca, Mario Pardo