Tachame la doble
escena misteriosa
del bien después del mal,
tu insomnio brilló donde otros sueñan quemándose
en la hoguera de la fatalidad
cantor
entreverado con tu pena
salías a contarle la suya a los demás
y ahí
cuando dolía
te daba por cantar la luna de algún tango proxeneta
abierta en mariposa
con ganas de volar a un cielo de milongas con ojeras
contando las monedas para desayunar
dirán que fuiste o que mal fuiste
pero cantor te hiciste
remando la ciudad
a veces
porque la gola insiste
cantabas sin decirte
a fuerza de pensar
y ahora
gorrión del ala triste
embate que resiste
la mersa del gotán
te escucho
los versos que aún no existen
de la ciudad que viste
y que algún día será
caló tan hondo en la tristeza de un piano desfondado
tu voz de sangre y sal
que un valse de sáficas muñecas
te arranca en un mordente el fiato del final
tachame la doble
y aunque duela sacá del cubilete un tango sin edad
la historia que se corta
ahora que te vas con todo lo que canta y que nos cuesta
el cacho de uno mismo que no aprendió a llorar las cosas
que perdimos por ser nuestras la noche
y la promesa del día que vendrá.
Autor(es): Fabián Russo