Esta noche al pasar


Luciendo en su esplendor
la cálida emoción
de algún pregón arrabalero,
la luna, la luna de mis sueños,
dejó en la noche su canto bueno.
Requiebra en tu balcón,
florido y coquetón,
con dulce voz, mi buen amor.
Y mientras la ciudad
sueña, también, sentimental...
lejano se hace tango un bandoneón.

Soy como el tango tristón
que enredó en tu balcón
el compás de una queja,
¡que es mía y te besa!
Yo soy tu cantor...
y esta noche al pasar,
en tus sueños en flor
quiero dejar mi corazón.

Distante el bandoneón
hilvana en su canción
luna y malvón para tu pelo.
¡Porteña, porteña de mis sueños,
ni sé yo mismo cuánto te quiero!
Monótono un reloj
insiste en su rondón
para turbar mi adoración,
y en tanto el arrabal,
vela tu sueño de cristal,
te dejo como siempre el corazón.


Autor(es): Justo Ricardo Thompson, Héctor Grané