Se da la biaba


Eso no es ser batilana
decir que mucho cambié,
si las minas se retocan
de la jeta hasta los pies,
decime, coso, decime,
por qué yo no lo he de hacer.
La terraza tintoreada,
empilcho como un bacán,
jetra de voile o de seda
y nada de chamberguear.
Recortado el flequillito,
sin bigote, a lo galán,
aritos en cada oreja,
charoles para bailar,
y en lugar de aquella faca,
lapicera para firmar.
Enganche con una grela
del norte de la ciudá
y hasta canto en un gran coro
en inglés y en alemán.
Ya dejé en una esquina
el “che”, el gomia, el manyá,
me acomodo la corbata
y digo: S.V.P., madam.

Si dicen que estoy cambiado
sabelo, no es la verdá
sigo siendo siempre el mismo,
con barniz, yo brillo más.


Autor(es): Haidé Daiban, Pascual Mamone