Callecita de mi barrio


Callecita de mi barrio,
cortada de mis amores,
donde en épocas mejores
fue la alegría mi único ideal.
Hoy, que me siento bacana
y ando a golpes con la suerte,
he vuelto aquí para verte,
cortada mía del arrabal.

Cuántas veces en mis noches,
de tangos y copetines,
recordó la vida mía
los tiempos en que vivía
sin penas que chamuyar.
Y aunque estaba entre riquezas,
una nube de tristezas
me convidaba a llorar...

Las guitarras de los payadores
vuelcan todo su amor en las rejas
y en las casas del barrio, tan viejas,
hay un soplo de honda emoción.
Ya a la luz del farol compañero,
adivino en las sombras calladas
un rumor de caricias robadas
que llenan de ensueños a mi corazón.

Callecita de mi barrio,
para todos siempre amiga,
la luz del centro me obliga
a dejarte para mi mal.
Pero antes de la partida
y al campanearte serena,
me voy llorando de pena
cortada mía, de arrabal...


Autor(es): Enrique Maroni, Alberto Laporte