Queridísimo Fiore


Hoy llueve en la ciudad, querido Fiore.
El cielo se arrodilla en el asfalto
y entre nublado y calle, anda tu canto
como una lluvia más, pero del cuore.

Tu voz nace quizás en el recodo
de una esperanza mía, malherida.
O de inocencias viejas, ya perdidas
en el frustrado intento de amar todo...

...y arrastra la tristeza
que hace tiempo
se acostumbró a vivir
conmigo a solas,
después de vagar mucho
entre las olas
de la razón,
la fe y los sentimientos...

¿Quién te legó esa pena y esa hondura?
¿Qué llanto se inmoló para tu acento?
¿En qué cornisa eterna andará suelto
el gorrión que te dio tanta ternura?

Nada ni nadie te evoca. Solo es mío
este recuerdo que la lluvia aumenta.
Hoy siento que en un tango del Cuarenta
se abrazaron mi hastío con tu hastío...


Autor(es): Nélida E. Vázquez