Noches de pecados


Señora...
gracias por estar a tu lado.
Por haberme asociado
para abrigar tus horas
y tus noches de pecados.
Señora...
gracias por haberme cobijado
por haber encontrado
un corazón amante
en tus días como amado.
Señora...
gracias por todos tus regalos.
Por todos tus halagos
por enriquecer mis noches
como un joven becado.
Señora...
de caprichos alocados.
Hoy me siento protegido
por haberme elegido
como un niño mimado.

Como un niño mimado.
Con regalos importados.
Con perfumes costosos.
Con libros ilustrados.
Y por eso señora...
No quiero vivir rentado.
Quiero volver a mi vida
con un corazón librado.
Señora... Adiós señora.
Ya fui tu joven amado.
Un joven protegido.
Un joven bien becado.
Adiós... Señora... Adiós.


Autor(es): Ángel Di Rosa