Corazón de papel


Cuando llegaste al nido, tus ojos soñadores
clavaste en mi muñeca vestida de Pierrot
y alzándola en tus brazos, como una madrecita,
dijiste: "Pobrecita, no tiene corazón".
Tus manos diligentes hurgaron todo el cuarto
y con un pedacito muy rojo de papel,
un corazón le hiciste, un corazón pequeño,
que clavaste en su pecho con un lindo alfiler.

Muñequita de trapo
vestida de Pierrot,
nunca tendrá tu pecho,
amores ni ilusión,
nunca podrás vivir
nunca podrás querer,
muñequita de trapo,
corazón de papel.

Pasaron cuatro meses de sueños y de idilio
y vos, que en ese pecho tenés un corazón,
igual que golondrina volaste hacia otro nido
sin preocuparte nada por lo que atrás quedó.
No importa, pobre cosa de carne pasajera,
te apagarás un día lo mismo que un quinqué
y en cambio mi muñeca será siempre la misma
con su pecho sin alma que hiere un alfiler.

Muñequita de trapo
vestida de Pierrot,
aunque no tengas alma
te quiero sólo a vos,
pues sé que para siempre
habrás de serme fiel,
muñequita de trapo,
corazón de papel.


Autor(es): Alberto Franco, Cátulo Castillo