La milonga celestial


Anoche en un dulce sueño
me fui a la “Peña del cielo”
para buscarle consuelo
a mi espíritu porteño.
Puse mi mayor empeño
para poderme elevar,
cuando me hube de parar
ante un gran portón de acero,
de adentro salió un Portero
que me empezó a interrogar:

¿Qué hacés por estas regiones?,
me dijo, medio enojado,
y contesté abatatado:
¡Vengo en busca de emociones!...
Si no tenés relaciones
no vengás a armar burdel,
está cantando Gardel
en esta “Sagrada Peña”,
si no tenés contraseña
pedile permiso a él...

Entre nardos y amapolas
Carlitos largaba el resto;
lo acompaña el Pibe Ernesto,
Greco, Pacho, Eduardo Arolas,
más atrás formando cola,
Barbieri con Riverol;
fue tan divino su rol
y tan celestial el eco
que oblicó a la Elena Greco
a canyenguear en si bemol...

Y cuando volví a la vida,
mis ojos volcaban llanto
pidiendo por ese encanto
la muerte tan escondida...
En mi guitarra querida
busqué la nota racial,
lo sublime, espiritual,
lo puro de mis ensueños
para darle a los porteños
¡La milonga celestial!...


Autor(es): Ángel Greco