Uruguaya


Uruguaya, reina de las Diosas,
por tu garbo y tu gracia gentil,
yo te ofrezco un palacio de rosas
con dinteles de oro y marfil.

¡Por qué no amar,
si es mi querer
el mirarme en tus ojos de hada
y embriagarme de dicha y placer!

Un palacio, uruguaya, que encierra
el ensueño, la dicha, el amor;
donde unir nuestro encanto quisiera
con tus besos de extraño calor.

¡Por qué no amar,
si es mi querer
el mirarme en tus ojos de hada
y embriagarme de dicha y placer!

En mi alma te llevo prendida
mi tesoro, mi Estro, mi ideal;
y serás la mujer preferida
que amaré, ¡oh, mi Reina Oriental!


Autor(es): Juan Velich, Francisco Polonio