Central Palace


De Tucumán y Esmeralda,
luciendo su melenita
con la estela perfumada
que va dejando al pasar...
surge majestuosamente
una linda figurita
que deja maravillado
al que se atreve a mirar.
Yo te admiré, muñequita,
y hoy recuerdo dulcemente
el amor que me ofrecías
y yo, necio, desprecié.

Mi castigo
no puede ser más terrible.
Lo que sufro
no te lo imaginarás.
Por eso no quiero nunca
pasar por el “Central Palace”
por no ver con amargura
que he perdido para siempre
la esperanza de tu amor.

Vestida modestamente
en el barrio en que vivías,
me mirabas con cariño
y no te quise entender,
pero ahora veo claro
el tesoro que he perdido
pues otro ha hecho y ha sido
lo que yo no supe ser.
Y si el Destino quisiera
que volvieras otra vez
te entregaría el cariño
que en un tiempo te negué.


Autor(es): Andrés Pastor, Román González