Aquel Zorzal


Era un rancho de totoras
hecho de paja y terrón
todas las tardes llegaba
entonando esta canción.
Canción que nunca se olvida
quisiera escucharte
en tu ritmo triunfal
de luto están las guitarras
y de duelo el arrabal.

Por un sendero muy largo
se fue para no volver
elevando rango a rango
las canciones del ayer.
El corazón tengo herido
el pensar me hace sufrir
como ave, buscaste el nido
para siempre y bien morir.

Esta milonga sentida
a tu memoria la canto
en ella vuelco mis penas
que van mezcladas con llanto.
Quién no recuerda tu canto
si mil corazones
hiciste sangrar
sólo me queda el consuelo
el consuelo de llorar.


Autor(es): Juan Canaro