La piel de Buenos Aires


Detrás de aquel cartel se pude ver
pintada en rojos y amarillos
celeste en el dolor de un cielo que no fue
mi vieja historia de ladrillos.

Allí al costado un medidor,
se asoma con temor a tanto hollín.
Más lejos, ahí detrás,
el musgo decoró
islas sobre un azul de mar.

Y está de pie detrás del carnaval
que fue vistiendo su lisura.
Y sólo vos pudiste ver que son la piel
de tanta historia de locura.

Eterno deyavú, papel,
que un chiquilín verdín garabateó.
Nos guiña un ojo sin querer,
de arriba de un farol,
un cacho de la foto de Gardel

Del Plata, reina querida,
que sos mi vida,
que sos dolor.
Muros de amor
piel de una herida que
sangré por vos.

Del Plata, reina adorada,
que sos mi amada,
que sos pasión
memoria en flor,
viejo granero
donde atiende Dios.


Autor(es): Marisa Vázquez, Bernardo Baraj